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Aquí están mis raíces, y donde empezó el círculo de mi vida. Algún día (espero que lejano) regresaré, si me voy, para cerrarlo.

GIJÓN, es una ciudad no muy grande, llena de vitalidad,  que mira al mar. Gracias a su ubicación y sus buenas comunicaciones, en un “periquete” iremos del mar a la montaña, pasando por ciudades, pueblos y aldeas dignos de visitar.  Sus  hoteles, restaurantes, merenderos y por supuesto, sus famosas sidrerías, hacen las delicias de todos los que se acercan a visitarla. Las confiterías, son de lo mejor de España, por su variedad y calidad. Varias zonas de la ciudad, son famosas por la “movida” nocturna, y eso quiere decir que la diversión está asegurada, con ambientes para todos los gustos y edades.

GIJON es una ciudad milenaria, con un pasado románico muy importante,    digno de ser conocido por sus visitantes y habitantes. Tiene museos para todos los gustos y unas preciosas sendas. Unas bordeando el mar y otras por  los caminos rurales, en plena naturaleza, con varios kilómetros de recorrido.

GIJON, es mi ciudad, y estoy muy orgullosa de ella.  Acoge con agrado al visitante, y como no tiene puertas, tod@s pueden entrar, y quedarse si se sienten a gusto, e irse, si no lo están o así lo consideran.